Sacar tu primera canción es un momento clave. Marca el inicio oficial de tu proyecto, pero también define cómo te va a percibir el público y la industria. Por eso no se trata solo de tener la canción lista. Se trata de lanzarla en el momento correcto, con intención, estrategia y visión a futuro.
No lances solo porque ya tienes una canción terminada
Tener un tema grabado no es razón suficiente para publicarlo. Antes de lanzarlo, pregúntate:
- ¿Representa de verdad quién eres como artista?
- ¿Tiene coherencia con lo que quieres construir?
- ¿Hay una estrategia para que no se pierda en el ruido?
- ¿Tienes ya algún tipo de comunidad que lo reciba?
¿Qué deberías tener antes de lanzar?
1. Identidad artística definida
No hace falta tenerlo todo resuelto, pero sí tener una dirección clara: sonido, estética, universo visual.
2. Redes sociales activas
No necesitas miles de seguidores, pero sí una presencia activa que te permita comunicar el lanzamiento y conectar con gente interesada.
3. Contenido preparado
Portada, teaser, material visual, texto de lanzamiento… Publicar sin nada de esto reduce muchísimo el impacto.
4. Una estrategia básica
¿Harás pre-save? ¿Vas a moverlo en TikTok o Instagram? ¿Vas a contactar medios o playlists? Todo eso se piensa antes.
El primer lanzamiento no tiene que ser el más fuerte, pero sí el más claro
Tu primera canción no tiene por qué ser un hit. Lo importante es que sea coherente con tu propuesta. Es tu carta de presentación. Y debe dejar claro a qué suenas, de qué hablas y qué energía traes.
Señales de que aún no es el momento
- Tienes dudas sobre si esa canción te representa
- No sabes qué tipo de público quieres alcanzar
- No tienes ni idea de cómo la vas a mover
- Estás lanzando solo “por no esperar más”
Si te identificas con estas señales, pausa. Espera. Construye un poco más. Luego lanza con base sólida.
Conclusión
Publicar tu primera canción es un paso importante, no una urgencia. Elige bien el momento, trabaja el contexto, crea contenido y lánzala cuando estés lista/o para defenderla. No se trata de ser perfecta/o, sino de estar preparada/o. Una primera canción bien lanzada abre puertas. Una lanzada al azar… desaparece.
